Pasado y futuro conviven en “Grita en silencio/Memoria que se borra”

26 de Julio de 2014
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México, 26 Jul 14 (Notimex).- La memoria vista no sólo como algo que remite al pasado, sino también como materia que permite tener una visión esperanzadora del futuro, es desentrañada por la fotógrafa Vida Yovanovich en su exposición “Grita en silencio/Memoria que se borra”, abierta hoy en el Laboratorio Arte Alameda, de esta ciudad.

“Es una exposición para ser vivida y sentida, en la que hablo de la memoria histórica, y aun cuando no podemos hacer nada con el pasado, sí podemos hacerlo con el recuerdo para crear un futuro mejor”, destaca la creadora, quien se pregunta ¿Qué pasa cuando la memoria se borra y qué sucede cuando se grita en silencio?.

La muestra, que podrá visitarse hasta el 14 de septiembre en el citado recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), es resultado del registro que la artista realizó en el antiguo campo de concentración de Mauthausen, en Austria.

Está compuesta por una serie de instalaciones con fotografías, video y audio, que permiten el tránsito dentro de un sentimiento.

El de su historia familiar. Es una propuesta que responde al silencio que siempre hubo en mi casa alrededor de una historia y de un duelo muy fuerte, comenta la artista.

“Empezó como algo personal e interior, pero continuó como una remembranza histórica. Es una exposición que la siento más hacia el futuro, como un aire de esperanza.

“Lo que intento a través de mi trabajo es que la memoria nos ayude a ver el porvenir de otra manera. La muestra cierra con una cita de Derrida: ‘La memoria no es una cuestión del pasado sino del futuro’.”

Según la artista visual, espera que la gente se sorprenda de entrada y salga con una reflexión.

Y es que para ella, la fotografía ha sido el medio para no mantenerse indiferente; “toda mi obra ha sido de cierta manera una denuncia”.

Para Yovanovich, “en México hemos vivido un holocausto en los últimos años, y algo que descubrí en mi trabajo y que hizo que cambiará mi visión fue darme cuenta que a partir del 5 de mayo de 1945, cuando liberaron el último campo de concentración, ha habido un holocausto en promedio una vez al año.

“Lo importante es ver qué vamos a hacer con esa memoria hacia el futuro, porque lo seguimos repitiendo”, agregó.

En declaraciones al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), le interesa que las instalaciones presentadas sean el inicio de reflexiones que a su vez generen instalaciones personales.

“Es una exposición que lleva cuatro años caminando y transformándose. Es la primera muestra que hago totalmente digital y la primera donde no está presente el elemento humano. La única imagen donde se ve a un pequeño niño es totalmente diferente a las demás en cuestión de luminosidad, brillo y color. He intentado meterme en los espacios y el tiempo permite empezar a vivir el cambio”, concluyó.

La muetsra incluye una serie de actividades paralelas, entre ellas, mesas redondas y el simposio-taller “Tecnologías de la imaginación: precariedad y registro en la imagen contemporánea, un espacio de discusión teórica sobre problemas estético-políticos del presente en América Latina y el mundo globalizado”.

Éste será los días 6 y 7 de agosto. Además, se escenificará la obra “Rose”, con la participación de Amanda Schmelz, y se proyectará el documental “Érase una vez en Mauthausen”, de Sussane Ayoub.

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