Falta de inversión y experiencia afecta a la animación mexicana

20 de Abril de 2014
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México, 20 Abr. (Notimex).- En 2006, “Una película de huevos” se convirtió en la cinta mexicana más taquillera del año, al cosechar más de 142 millones de pesos, en 2011 “Don Gato y su pandilla” llegó a tope al recaudar 8.2 millones de dólares, pero estos ejemplos de éxito no han bastado para que la animación en el país resuelva sus problemas.

Y es que esta industria aún no puede establecer una competencia con el cine de acción viva, pues México, tiene menos de 15 años haciendo cine de este tipo a diferencia de los filmes tradicionales. Lo anterior sin hacer la comparación con Estados Unidos que son expertos en animación desde hace más de 70 años.

Por tal motivo, Notimex contactó a ejecutivos de varios estudios como el director Gabriel Riva Palacio y el productor Nacho Cásares, de Huevocartoon y José Carlos García de Letona, vicepresidente de Ánima Estudios, para que expusieran los conflictos de la animación mexicana.

Falta de personal capacitado y con experiencia, lista para trabajar, la competencia voraz que se tiene con el mercado estadunidense, la falta de estudios, la carencia de tecnología en algunos casos, el largo tiempo de desarrollo de un proyecto y por tanto los altos costos y la falta de inversión son los grandes problemas de este género en México.

“El gran problema es de inversión, hay poca en México y como no se conoce la industria, llega una película de acción viva que en un año puede estar y no entienden que te puedes tardar dos años aunque son mucho más caras las películas de animación para hacerlas, son a las que les va mejor”, declaró Gabriel Riva Palacio, quien prepara la cinta “Un Gallo con muchos huevos”.

Una película de animación puede tardarse varios años en ser terminada desde su concepción, y se requiere un ejército de personas que esté trabajando en su desarrollo, por lo que los costos se vuelven exorbitantes, aunque nada comparado con lo que se invierten en países como Estados Unidos.

“El cine es un negocio muy complicado porque hay que competir por la atención del espectador con presupuestos que son ínfimos comparados con los que la competencia pone en cartelera, en donde al final, aún con las mayores ganas del mundo, el dinero compra tiempo y gente y eso se ve reflejado en la pantalla”, señaló José Carlos García de Letona.

Y es que cuando en Estados Unidos una película como “Kun Fu Panda” se puede tardar nueve años en realizarse y gastar en su producción más de 300 millones de dólares, aquí las películas se hacen en poco tiempo (cuatro años máximo) y con presupuestos que muy raramente superan los 75 millones de pesos, como es el caso de “Un gallo con muchos huevos”.

“Es como si tuvieras determinada cantidad de dinero y con eso te alcanza para hacer una casa y queda preciosa, pero si el vecino se te pone un rascacielos de 200 pisos al lado, cualquier comparación no termina ni siquiera siendo válida y esa es la enorme diferencia de un presupuesto a otro”, agregó Letona.

Como un círculo vicioso, la industria no puede crecer porque tampoco hay gente que esté totalmente preparada para el trabajo real en un estudio, porque aunque puede haber intención, la experiencia es básica.

“México todavía, como industria tiene mucho que avanzar, mucho que madurar, falta talento pero talento capacitado, experimentado, creo que este punto va por encima del talento porque se necesita la experiencia y trabajos continuos para llegar a sus máximas posibilidades creativas”, agregó el ejecutivo de Ánima Estudios.

En este sentido, los hacedores de la animación en México también concuerdan, pues son pocos los estudios de la especialidad que existen en México, así que finalmente las escuelas no preparan a los jóvenes para un mercado en el que probablemente no tengan trabajo, aunque los esquemas están cambiando, dijo Gabriel Riva Palacio.

“Pixar es el número uno y no lo vamos a alcanzar nunca, tienen a Disney invirtiendo los millones de dólares en desarrollar tecnología, en investigación, llevarse a los mejores del mundo, curiosamente no son los mejor pagados, pero en tecnología y talento seguirán siendo los número uno.

“Nosotros no estamos en ningún lugar interesante, el mundo no nos ha volteado a ver por nuestra calidad de animación y eso me pega. India empezó más tarde pero ahora ya se hacen muchas cosas allá, a lo mejor de maquila pero eso no pasa aquí”, reveló Riva Palacio, el también director de “Una película de huevos”, acreedora a un Ariel.

Afortunadamente, los apoyos gubernamentales han sabido ser aprovechados por este gremio, como por toda la industria cinematográfica, pero es claro que aún es necesario mayor inyección y sobre todo entendimiento de lo que significa el trabajo de la animación en México, más ahora que ya se hacen trabajos en 3D.

Por ahora las proyecciones y el panorama optimista no se hacen esperar. “Te puedo decir que en 10 años vamos a hacer varios estudios y que industrias como Estados Unidos y Canadá nos empezarán a ver, primero como una maquila, y eso inyecta dinero para nuestros propios productos”, añadió Riva Palacio.

“Después que digan ‘Ah caray, esto lo está produciendo México a mucho menor precio y con mayor calidad y es ahí cuando les vamos a empezar a pegar durísimo en las taquillas y en la calidad, pero todavía nos falta”, afirmó Riva Palacio, quien sentenció que por ahora “estamos en pañales”.

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