México, 16 Sep. (Notimex).- El pintor argentino Guillermo Roux, quien mañana celebrará su cumpleaños número 84, es considerado un mago de las acuarelas, témperas y "collages", técnicas con las que plasma en sus obras figuras gestuales, imágenes surrealistas y naturalezas muertas.
Guillermo Roux vino al mundo el 17 de Septiembre de 1929, en Buenos Aires, Argentina, donde transcurrió niñez y adolescencia; épocas en las que recibió de su padre Raúl Roux (1902-1960), los elementos teóricos del dibujo y la pintura.
Posteriormente estudió en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, donde destacó gracias a su gran talento y facilidad para el dibujo, que le valió realizar su primera muestra, a poco tiempo de egresar, en la Galería Peuser.
De acuerdo con su biografía publicada en el sitio de Internet "guillermoroux.com.ar", en 1956 viajó a Europa para trabajar, durante tres años con de Umberto Nonni, en Roma, Italia, como ayudante en obras de decoración y restauración.
En 1960 regresó a Argentina y se instaló en la provincia de Jujuy, donde alternó la docencia en escuelas primarias con el estudio del arte contemporáneo, en especial de la obra del famoso pintor estadounidense Edward Hopper (1882-1967).
Tras vivir un año en Nueva York, Estados Unidos, donde se dedicó por completo a la pintura y a la ilustración, en 1967 Roux fijó su residencia en Buenos Aires, sin embargo, pasó diversos períodos de trabajo en París, Roma y Sicilia, donde dio conferencias y escribió ensayos sobre arte y relatos autobiográficos.
En 1997 fundó en Buenos Aires su propio taller de enseñanza con la intención de que cualquier persona con o sin experiencia previa, pueda aprender dibujo y pintura.
Dos años después la Academia Nacional de Bellas Artes le otorgó el premio Palanza, como reconocimiento a su gran labor artística, y en 1982 recibió el Premio Konex de Platino, que es entregado anualmente a aquellas personalidades argentinas que sirvan de ejemplo a la juventud.
Ha sido galardonado con el Primer Premio Internacional de Pintura en la XIII Bienal de Sao Paulo, Brasil, en 1975; y con el Premio Museo Castagnino de la ciudad de Rosario, Argentina, en 1984.
En los años siguientes viajó nuevamente a Europa y Estados Unidos, donde expone su obra en las principales galerías y museos.
En 1990 fue designado miembro de número de la Academia Nacional de Bellas Artes y en 2007 fue designado "Ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires", señala el portal de Internet "artedelaargentina.com.ar".
De toda su vasta obra, sobresale por su monumentalidad y técnicas empleadas, el mural Homenaje a Buenos Aires plasmado en el flamante edificio que el arquitecto César Pelli diseñó para el Banco de Boston en Buenos Aires.