Podrían ser académicos y editoriales enemigos cordiales de la lectura

22 de Octubre de 2013
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Panamá, 22 Oct (Notimex).- Como antes las iglesias y los Estados, las editoriales y los académicos podrían convertirse en "enemigos cordiales" de la lectura, advirtió hoy aquí el escritor colombiano William Ospina, en el marco del VI Congreso Internacional de la Lengua Española.

"La lectura ha tenido en las iglesias y en los Estados enemigos feroces, pero sentimos el temor de que los dos más cordiales enemigos de la lectura terminen siendo la industria editorial y la academia", indicó Ospina en la penúltima jornada del foro.

La importancia del libro en el español, en medio del auge en la utilización de las nuevas tecnologías con una transición del libro impreso a la virtualización, forma parte del debate principal del Congreso que se celebra en el Centro de Convenciones Atlapa.

Ospina explicó que el Estado y la industria editorial "son cordiales porque están muy interesados en que la gente entre en contacto con los libros, pero enemigos porque no se dan cuenta de que su interés primordial no es siempre la aventura de leer".

"La industria editorial al mismo tiempo que pone el énfasis en la venta de libros debería ponerlo también en las multiplicación de las experiencias de la lectura", consideró.

Pero además indicó que la falta de interés por la lectura, en una región, donde según cifras brindadas durante el Congreso sólo se leen dos libros por habitante, también pasa por los bajos ingresos de la población.

Indicó que en España la crisis económica ha incidido en una baja venta de libros.

"Es fácil de entender lo que ocurre en sociedades donde lo normal es la crisis y ello debería sugerir nuevas estrategias de publicación y divulgación", señaló en referencia a América Latina.

Ospina, autor de "La piel de la canela", manifestó también su rechazo por la piratería "aunque en el fondo no veo a la industria alarmada por ese fenómeno", en parte por suponer que quienes cometen ese ilícito nunca comprarán libros legales.

"La piratería sólo se acabará cuando los libros se hagan para todos pensando en la capacidad adquisitiva de todos. No podemos hacer libros costosísimos y censurar a las comunidades pobres ansiosas de leer que se resignan a réplicas defectuosas, a versiones degradadas del original", señaló.

También advirtió que "cuando se habla de crisis de la lectura más que de una indiferencia de los lectores estamos hablando de la falta de un compromiso profundo de los Estados, las dirigencias culturales y la industria para responder a las necesidades de una sociedad".

Por separado, el académico venezolano Luis Barrera invitó a los maestros de español a "enredarse y no enrollarse", en referencia a la necesidad de incursionar en Internet en la promoción de la lectura y escritura y dejar atrás prácticas antiguas.

"A juzgar por los contenidos de texto de secundaria seguimos enseñando, invitando a la lectura y proponiendo análisis como si nada estuviera ocurriendo en el universo de lo literario", manifestó Barrera.

"Editores, docentes, y actores actúan sin considerar que necesitamos enseñar a los chicos a respetar el pasado pero vivir en el futuro", comentó.

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