México, 4 Jul. (Notimex).- “La muchacha indecible. Mito y misterio de Kore”, de Giorgio Agamben y Monica Ferrando, traducido por Ernesto Kavi. Ensayo filosófico de 164 páginas que recuerda que quienes se iniciaban en los misterios de Eleusis, en la Grecia antigua, alcanzaban el conocimiento supremo, y todos los secretos del mundo se revelaban ante ellos.
La figura central de esa revelación, en la que se concentraban el saber y la vida, era una muchacha indecible. Cualquiera que tuviese la fortuna de contemplarla, alcanzaría la iluminación que sólo los iniciados conocen, y su vida sería más clara, más elevada, más sencilla. Pero ¿cómo encontrarla?, ¿cuál era su forma?, ¿qué nombre tenía ese ser excepcional?
En este libro, Giorgio Agamben, quizá el mejor filósofo contemporáneo, y Monica Ferrando, una de las artistas más importantes en la actualidad, tratan de responder a esas preguntas mediante un hermoso diálogo entre las palabras y las imágenes, un diálogo que interroga y que recorre los misterios de Eleusis, el mito de Kore-Perséfone.
Leer este libro es adentrarse en un proceso de iniciación. Pero ¿una iniciación a qué? No se trata de una doctrina de la que no se pueda hablar, sino de la vida misma. Tras esta lectura, se habrá aprendido que en el mundo no hay nada que se nos oculte y que toda la belleza a la que podemos aspirar se concentra en la figura de una muchacha indecible.
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“La cámara sangrienta”, de Angela Carter con ilustraciones de Alejandra Acosta y traducida por Jesús Gómez Gutiérrez. Relato publicada originalmente en el año de 1979, es una colección de 10 narraciones explícitamente basadas en cuentos de hadas, en especial, de Charles Perrault, pero también de Jeanne Marie Leprince de Beaumont.
También, del folclore europeo e incluso de la radionovela, con influencias muy claras de la narrativa del Marqués de Sade y por eso, en su oportunidad, su autora, Carter, afirmó que se sentía impelida a escribir “cuentos góticos, cuentos crueles, cuentos de terror, narrativas fabulosas que tratan directamente del imaginario del inconsciente”.
Pero Angela Carter no se limitó a versionar cuentos de hadas desde una nueva perspectiva, sino que los recreó por completo al extraer el contenido latente de los cuentos tradicionales y usarlo como punto de partida de nuevas historias, y el contenido latente es violentamente sexual. Así, estos relatos ahondan en temas de feminismo y metamorfosis.
Eso, con un énfasis especial en los roles de las mujeres en las relaciones, en los aspectos inmorales y perversos del matrimonio y el sexo, y en el equilibrio de poder en esas relaciones. La chilena Alejandra Acosta ha puesto sus lápices al servicio de estas historias sorprendentes, convirtiendo este clásico en una obra infinitamente más bella.
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“Furinkazan. La epopeya del clan Takeda”, de Yasushi Inoue, es una novela que de entrada advierte que resulta difícil creer la fama que rodea a Yamamoto Kansuke como estratega militar y samurái feroz. Entrado en años, y con una visible cojera de una pierna, es tuerto y lastimosamente bajo de estatura. Sin embargo, tiene otras cualidades.
El lector no tarda en comprobar, a través de la sutil y evocativa pluma del autor, que a pesar de su físico, le sobran bastante inteligencia y espíritu combativo. El libro relata la vida de un ronin, nombre con el que se conocía a los samuráis que se convertían en vagabundos, de excepcional destreza que logra, ser brazo derecho de Takeda Shingen.
Ser imprescindible para ese admirado jefe de uno de los tres clanes que se disputaban la supremacía del territorio nipón en el siglo XVI. En su momento de mayor esplendor, Kansuke no sólo se encargó de desarrollar sorprendentes y apasionadas estrategias militares, sino que acabó por condicionar las decisiones de su señor, incluso en sus asuntos amorosos.
Es una novela que permite recorrer una época agitada en la historia de Japón, que dio paso al inicio del período Edo, y se adentra en el fascinante universo de esa estirpe de guerreros que fueron los samuráis. Yasushi Inoue teje un laberinto de pasiones, lealtades y traiciones, en una galería de personajes dominados por una sed de gloria insaciable.
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“Chile para todos”, libro de pequeño gran formato compilado de María del Pilar Montes de Oca Sicilia y Alberto Peralta de Legarreta, busca acercar al lector curioso a ese fruto silvestre de sabor poderoso, que se ha adueñado con el paso de los siglos de los fogones de las cocinas de diversas naciones y ha conquistado diversas culturas sin distingo alguno.
El chile, de acuerdo con los compiladores -quienes realizaron una minuciosa investigación histórica, antropológica, culinaria y sociológica-, es omnipresente y tiene el don de la ubicuidad, porque al mismo tiempo que pica con su sabor sin igual en la cocina, enchila y arde en el orgullo; es todo pasión y se encaja en el habla y en la lengua de todos los mortales.
En México pocas cosas carecen de chile, pues da sabor y forja el carácter, pero también enchila y enardece bucal, estomacal y sexualmente. Cualquiera que se precie de ser mexicano gusta del chile, pues bien se dice por ahí que su picor en realidad es un sufrimiento gozoso. Quien se enchila también sonríe de manera incontrolable y ríe como burlándose del sufrimiento.
Bien haría en decir cualquier mexicano orgulloso y compartido: “¡Chile para todos!”, como es el título de esta obra que en sus páginas evoca al muy ilustre evangelizador Fray Bartolomé de las Casas, quien en una carta enviado a sus superiores en España, mencionó que “sin chile, los habitantes de estas tierra de la Nueva España no creen que están comiendo”.