Agricultura: Expertos del mundo fijan su mirada en el cacao mexicano

11 de Julio de 2014
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Uxmal, Yuc., 11 Jul 14 (Notimex).- Con el desarrollo científico de nuevas variedades, la creación de un laboratorio de alta tradición y nuevas tecnologías, y capacitación dirigida a los productores, así como con la inauguración del Choco-Story Uxmal, el Museo del Chocolate, hoy en esta ciudad peninsular, expertos del mundo miran al cacao mexicano.



Con el antecedente de que México fue donde se domesticó el cacao por primera vez, con lo que se le atribuyó un valor indiscutible ahora reconocido a nivel mundial, hace más de una década expertos en chocolatería destinan múltiples esfuerzos al rescate y preservación del cacao mexicano, cuyo origen se remonta a alrededor de cuatro mil años.

Esas acciones permiten desde ahora ampliar el conocimiento sobre ese fruto maravilloso, que si bien algunas teorías apuntan a que su origen está en la región amazónica, fue en México fue donde se sembró, cultivó y cosechó con la seriedad, el rigor y toda la técnica para domesticarlo. Esa labor milenaria ha colocado a México en un sitial de excepción.

Eddy van Belle, originario de Bélgica y uno de los tres principales estrategas del proyecto que se ha convertido en una realidad, al menos en una de sus aristas, dijo a Notimex que “26 personas en la plantación y ocho en el ecomuseo, apoyan el proyecto museístico más completo de cuantos existen hasta hoy en la zona, y quizá en toda la geografía nacional”.

El Choco-Story Uxmal, el Museo del Chocolate es completo porque, abundó, “el visitante puede conocer desde la plantación del cacao hasta la elaboración del chocolate, es decir, la transformación de la mazorca del cacao en uno de los manjares más delicados y maravillosos de la ancestral cultura maya”.

Actualmente, la intensa y apasionada labor desarrollada por los belgas Mathieu Brees, Eddy van Belle y el mexicano Agustín Otegui se enfoca en búsqueda de mejores semillas con una serie de expediciones por todo el territorio nacional, entre las cuales se destaca el hallazgo de cacao endémico en Rejolladas de Yucatán, conocido como “Cacao Criollo”.

Esas expediciones se han realizado dentro y fuera de México, experiencia volcada en tres libros que abordan aspectos históricos y culturales del cacao y el chocolate: “Ka´Kaw”, sobre la región de Soconusco, México; “Kuna & Cacao”, en torno la vida de los indios kuna de Panamá, y “Maya Kakaw”, respecto a los vínculos de la semilla con ese grupo cultural.

Otros esfuerzos son el desarrollo de variedades que conjugan productividad y calidad, la capacitación de los productores sobre el manejo del cacaotero y el aprovechamiento de la fruta para la elaboración de mermeladas, cáscara que antes se desechaba, lo que redunda en fuentes de empleos, mayor captación de recursos económicos y cuidado del ambiente.

Además, en breve se creará un centro de investigación que permitirá incrementar la información sobre la forma de cultivo o las enfermedades que aquejan a la planta. Este laboratorio, que prevé trabajar con escuelas de educación superior como la universidades Nacional Autónoma de México y de Chapingo, será uno de los pocos centros en el mundo enfocado al estudio del cacao.

Desde 2009 estos tres emprendedores desarrollaron la plantación Tikul, el primer cultivo de cacao en su tipo en el Estado de Yucatán, con una dimensión de alrededor de 300 hectáreas y más de 50 mil plantas de semilla criolla. Sin embargo, uno de los logros con los que se involucra a la sociedad del mundo con el cacao, está por darse este mismo día.

Junto a las labores señaladas, nació Choco-Story, el Museo del Chocolate, ubicado en las cercanías de la Zona Arqueológica de Uxmal, que hoy abrió su puerta como un recinto ecoturístico que ofrece una experiencia única donde el público va a conocer la planta del cacao y el proceso que se requiere para elaborar el chocolate.

El recinto es un espacio cultural único en su tipo, enfocado en mostrar la trascendencia histórica, cultural del cacao, al tiempo que resalta los atributos medicinales y alimenticios de esa planta, una semilla apreciada y valorada desde hace miles de años por diversas civilizaciones de México y otros países del mundo.

Su concepción y desarrollo viene a enriquecer la oferta cultural, gastronómica y turística de la región, pues cuenta con licencias correspondientes de las instituciones federales, estatales y municipales, de acuerdo con Brees, Belle y Otegui.

El museo del chocolate es una recinto cultural, turístico y ecológico. Está inspirado en la antigua Hacienda Uxmal: Las salas de exhibición son pequeñas chozas mayas construidas a la usanza tradicional con paredes de tierra roja y techos de palma de guano que se incorporan al paisaje selvático.

El entrevistado subrayó que el recinto cuenta con las autorizaciones y licencias necesarias para la conservación de la vida silvestre y ya fue aprobado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Por lo anterior, puede albergar y proteger monos araña, venados cola blanca y jaguares, entre otras especies, que tras ser maltratadas por el hombre o haber crecido en cautiverio, no pueden incorporarse a la vida silvestre.

El museo se compone de cinco salas de exhibición: “Los mayas y el cacao”, “El cacao”, “Casa y cocina maya”, “Llegada del chocolate a Europa” y “Fabricación del chocolate”, que abarcan periodos desde la época prehispánica hasta la actualidad, con museografía y contenidos didácticos que muestran el papel del fruto entre los mayas precolombinos.

El cacao, que fue usado como moneda, tributo o bebida para los nobles, es el centro de la recreación de una antigua casa maya y su cocina, y junto a ello se observan características de la planta que crece en climas tropicales, que la bebida llegó a la corte española en el siglo XVI, que era consumido por la clase alta y el momento en que dio inicio a una gran industria.

Luego de las declaraciones realizadas por la triada de fervientes admiradores de México, la cultura maya, el cacao y el chocolate, se realizó un recorrido por las instalaciones del museo, el cual fue calificado metafóricamente por Van Belle como “una construcción excepcional, la más importante luego de que los antepasados mayas edificaron Uxmal”.

El acervo de este museo se compone de reproducciones de piezas arqueológicas como estelas, vasijas, códices y tapas de incensarios, la representación de un entierro con su ofrenda y una destacada colección de chocolateras y tazas de cerámica y cobre que datan del siglo XVI al XVIII, las cuales fueron prestadas por recintos de ciudades europeas como Praga, Brujas y ParÍs.

Las salas están ubicadas dentro de un cultivo de cacao y alrededor de una variedad de diferentes especies de plantas endémicas como la ceiba, el achiote y el balché, además de un espacio destinado a la producción de miel de abejas meliponas, una especie nativa de Yucatán, cuyo producto es sumamente apreciado por su sabor y atributos medicinales.

El recorrido se enriquece con una ceremonia Chac Chaac, dirigida por un sacerdote maya, y una sala donde se explica la elaboración del chocolate prehispánico. Estos elementos obedecen a la misión del museo: Brindar una experiencia única y de disfrute, generar conciencia sobre el cuidado del ambiente y fomentar la conservación de la riqueza cultural del pueblo maya y del cacao.