José Cúneo plasmó paisajes y pobladores de su tierra natal, Uruguay

18 de Julio de 2014
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México, 18 Jul. (Notimex).- El artista plástico uruguayo José Cúneo, cuya obra se caracteriza por la serie de ranchos, lunas y acuarelas del campo uruguayo que plasma a partir de 1930, murió hace 37 años, el 19 de julio de 1977.

De acuerdo con información de su vida publicada en el portal “uruguayeduca.edu.uy”, José Cúneo Perinetti nació en Montevideo el 11 de setiembre de 1887, y sus aprendizaje de dibujo lo realizó en el Círculo de Bellas Artes con Carlos María de Herrera.

Igualmente, sus cursos de escultura los emprendió con Felipe Menini y siendo aún joven se traslada a Turín, Italia, donde ingresó al taller de Leonardo Bistolfi y dibuja con Antón Mucchi, lo cual le hizo tomar la decisión de dedicarse a la pintura.

Para 1909, durante una estancia en París, quedó impresionado con una exposición de pasteles y acuarelas, por lo que a su regreso a Montevideo portaba ya una serie de "jardines" y "lagos italianos", de composición en planos grandes, muy decoradas y de exaltado color.

Regresó a la capital francesa en 1911 y estudió en la Academia Vity con los coloristas Hermenegildo Anglada Camarasa y Kees Van Dongen, y fue tres años después que iniciaría los paisajes uruguayos que le dieron renombre, en el Departamento de Treinta y Tres.

Cúneo realizó más viajes para continuar su desarrollo como pintor, al mismo tiempo que creció el número de sus seguidores pintores. Entonces le deslumbró el francés Paul Gauguin y tomó los planos largos de color separados, para que no se mezclaran. Incluso en algunos casos dejó espacios del lienzo sin cubrir con pintura.

En otro de los viajes que realizaba para descubrir nuevas tendencias pictóricas, en 1927, descubre la perspectiva emocional que desarrolla Chaim Soutine a través del agrandamiento o empequeñecimiento de los objetos, lo mismo que al moverlos según el grado de sugestión que le ocasionan.

Según la fuente, el pintor uruguayo “compone a base de diagonales más aptas para traducir un mundo de inquietudes y temores. Cúneo ha usado desde entonces para sus futuras series de ´Ranchos´ y ´Lunas´, las diagonales, con voluntad y rigor de lucha contra el equilibrio estético”.

Para ello, pasó una larga temporada en la campaña de Florida, donde desarrolla una serie de cuadros en los que plasma rancherías, construcciones de terrón y paja brava, así como otros elementos que definen a la provincia de su país.

“En verdaderos paisaje planetarios, plantea francamente el problema de los infinitos y abre en los cielos inconmensurables y en los abismos del borde del planeta, la angustia del más allá”, indica la misma página.

Cúneo viaja a Europa y regresa a su país, lapso en el incursiona en la pintura abstracta, lienzos que firma con su apellido materno. En la década de los años 60 del siglo pasado logra el reconocimiento internacional y se monta una retrospectiva de su obra.

Entre los premios internacionales que recibió por esos años destacan el de la X Bienal de San Pablo y el Nacional de Pintura de Cagnes sur Mer. En 1976 vuelve a Europa, donde habría de morir el 19 de julio de 1977, en Bonn, Alemania.

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