México, 21 Julio 14 (Notimex).- Un hallazgo considerado único en su tipo, ha representado el descubrimiento de un fardo mortuorio en la parte oriental de la Sierra Gorda, en el municipio de Zimapán, en Hidalgo.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dio a conocer, a través de un comunicado, que la mortaja encontrada en un abrigo rocoso contiene los restos óseos de un adulto de aproximadamente 20 años de edad al morir.
Los arqueólogos del INAH, Juan Manuel Toxtle Farfán y Ariana Aguilar Romero, quienes estuvieron al frente del hallazgo, aclararon que no se trata de una momia, porque tendría tejido blando como piel, músculo y tendones, que este ejemplar no tiene.
Los restos óseos hallados en el fardo, el pasado 10 de julio, por sus características podría corresponder a la época prehispánica, están envueltos en un textil con pigmento y un petate.
El especialista Toxtle Farfán dijo que el esqueleto parece estar completo, pues a simple vista se aprecia el cráneo, tibias, clavículas, omóplatos y algunas costillas.
Además, el arqueólogo detalló que por las características del fardo, la posición de la osamenta, el tipo de amortajamiento y el espacio en que fue depositado indican que se trata de un entierro prehispánico.
Las condiciones del lugar donde se dio el hallazgo permitieron su preservación, pues se trata de un ecosistema semidesértico, cuyo clima seco y las propiedades del suelo contribuyeron a la preservación de los restos óseos y las fibras vegetales con que fue envuelto.
Toxtle añadió que el lugar donde se encontró el fardo fue una zona de confluencia de grupos sedentarios y nómadas, por lo que hacen falta estudios en el área y en la osamenta para poder saber más sobre su origen.
También indicó que a partir de la dentadura y los huesos de la tibia, el antropólogo físico Arturo Gómez pudo determinar la edad que pudo tener al momento de morir, la cual ubicó alrededor de los 20 años.
El INAH abundó que aún no se sabe si se trata de un hombre o una mujer, pues los huesos determinantes son los de la cadera, y para poder analizarlos habrá que abrir el fardo, lo cual se realizará hasta que pueda intervenir un restaurador.
Dentro del abrigo rocoso donde se halló la mortaja, los arqueólogos detectaron en el suelo de la cueva una capa de materia vegetal, compuesta de hojas de palma, pencas de maguey y bagazo de cactáceas.
A 500 metros de distancia del lugar, fue encontrado un pequeño conjunto de pinturas rupestres con símbolos abstractos, concluyó.
Especialistas del INAH encuentran fardo mortuorio en Hidalgo (Material con apoyo fotográfico)
21
de Julio
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2014
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