México, 30 Jul. (Notimex).- La fotógrafa Graciela Iturbide, quien deseaba ser cineasta e ingresó al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) para desarrollar su profesión, aseguró que fue cautivada por el arte de capturar imágenes.
Sobre el homenaje que se le rendirá mañana en el Palacio de Bellas Artes, donde además se le entregará la Medalla Bellas Artes, la artista de la lente expresó su emoción por recibir este reconocimiento.
“Estoy muy feliz de que me hagan este homenaje, muy agradecida. Es un incentivo muy grande para poder trabajar más y más duro”, expresó Iturbide en declaraciones al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
La artista, que en los próximos meses llevará su obra su exposición “El baño de Frida y Naturata”, a la República Dominica recordó que a largo de su trayectoria de más de 45 años, ha visitado numerosos países, de los que han aprendido, “lo importante es asombrarse con lo que uno observa. Nunca pienso en lo que me falta, las cosas salen al encuentro de uno”.
La fotógrafa confesó que sufre cuando deja su cámara en casa, pues deja pasar la oportunidad de capturar instantes irrepetibles, “me queda en la mente como un incentivo para estar alerta por si vuelve a ocurrir”.
Amante de la fotografía análoga, Iturbide aseguró que no está en contra de las nuevas tecnologías ni de las cámaras digitales, no obstante, “lo importante es quién está detrás del instrumento. Una cámara de cartón estenopeica, una digital o una análoga, que es la que uso, pueden ofrecer magníficos resultados”.
La discípula de Manuel Álvarez Bravo (1902-2002) compartió que entre lo que más disfruta de su trabajo se encuentra el ritual de seleccionar sus cajas de material, las cuales son numerosas.
“Sería imposible contar los negativos. Cada caja contiene los ensayos que he realizado en mi carrera, ahí están Juchitán (Oaxaca), los series de Sonora, los Pájaros (…)
“Todo el material está ordenado en cajas; no tengo la menor idea de todo el material que he tomado. En cuanto a la digitalización, solo lo hago cuando se trata de libros o para otros trabajos”, abundó.
De sus proyectos futuros, la artista mencionó que en noviembre realizará una residencia de un mes y medio en Japón, la cual la entusiasma, pues será un periodo largo en el que podrá trabajar.
“Otras veces que viajo a Europa aprovecho ratitos, pues, aunque traiga la cámara en mano, no es lo mismo que estar en un proyecto. Además, Japón me encanta. Estaré en Kobe, que es donde me invitaron, y podré hacer un trabajo digno”, señaló.
La también galardonada con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2008, finalmente, mencionó que le gustaría retratar a algunos pintores que admita.
“El día que tenga oportunidad, les pediré el favor, y si quieren, con mucho gusto lo haré con la complicidad de ellos”, dijo.
El homenaje que le rendirá el INBA a Graciela Iturbide, en que recibirá la Medalla Bellas Artes, se realiza mañana en el también llamada Palacio de mármol.