Alojado en el campo literario, Bernardo Esquinca promueve "Mar negro"

17 de Septiembre de 2014
Guardar
México, 17 Sep. (Notimex).- Tras advertir que su territorio siempre ha sido la ficción, el terror, lo extraño y lo paranormal, géneros por los que está obsesionado y a los que les es fiel, el escritor mexicano Bernardo Esquinca (Guadalajara, 1972) promueve su libro de cuentos titulado "Mar negro".

Durante una entrevista con Notimex, explicó que a diferencia de todas las novelas que ha escrito hasta hoy, para las cuales piensa de manera detenida la estructura y la temática, los cuentos se le van ocurriendo de manera espontánea.

Sin embargo, el autor de obras en las que también permean lo policiaco y lo fantástico, tardó tres años para crear "Mar negro".

Lo que más destaca tras la lectura del libro es que se evidencia la clara intención del autor por reinventar la Ciudad de México, concretamente ciertos espacios y recovecos como el Centro Histórico, a través del terror.

"Estos cuentos trastocan elementos cotidianos de esa zona de la capital en lo siniestro, porque sus callejones y arquitectura tienen una historia".

El entrevistado abundó que "hay una historia detrás de cada calle, callejón, plaza o templo, que se debe contar enfocada desde lo siniestro para entender el lado oscuro de la ciudad y de algunos de sus personajes", y tras señalar lo anterior, dijo aceptar que "Mar negro" es una rendición de su parte hacia la Ciudad de México.

Esquinca utiliza a la capital del país como un enorme personaje y como sitio donde el espacio urbano determina las ficciones de manera muy importante, consecuentemente, los 10 cuentos del libro tienen a la urbe como protagonista. En la mayoría de los casos, la acción sucede hoy día, aunque hay una narración que ocurre en Tlatelolco en el año 1968.

En ese caso, se trata de un cuento que tiene qué ver con zombis y ocurre en otra época. "Juego con la idea de que al haber habido derramamiento de sangre de los estudiantes que perdieron la vida en ese recinto sagrado y ceremonial, ellos reviven como zombis", explicó el autor, cuyo trabajo es influenciado por la cultura popular y el cine.

Destacó que a pesar de que la mayoría de los cuentos ocurren en la época actual, siempre hay en ellos una reminiscencia que mira hacia el pasado. "El Centro Histórico tiene tantas capas históricas, que es una veta que me gusta explorar, como en el cuento ‘Como dos gotas de agua que caen en el mar’, que tiene qué ver con un edificio en Revillagigedo".

Al entrevistado le gusta ligar el rico pasado y el extraordinario presente de la ciudad, y dejó ver que "ni escribe para los escritores ni para un perfil de lector en especial; sin imaginar edades, pienso en quienes puedan tener las mismas obsesiones que yo, amantes de la transgresión siniestra, del morbo potente y del sexo explícito que a veces utilizo".

Archivado en