Carlos Molina abre coloquio sobre memoria histórica de exposiciones

17 de Septiembre de 2014
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México, 17 Sep. (Notimex).- El historiador Carlos Molina Posadas impartió hoy la ponencia "Forma y fondo en las exposiciones de cultura mexicana", al iniciar el coloquio "Recuperación de la memoria histórica de exposiciones de arte mexicano 1930-1947".

En el Auditorio de la Unidad de Posgrado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Molina Posadas reflexionó en torno a la interrogante de ¿por qué a tantos años de exposiciones del arte mexicano, nunca les cambió la narrativa en el siglo XIX y XX".

Durante el encuentro que se realiza este miércoles y jueves, Molina Posadas comentó que esto parte del origen de dos maneras de pensar el concepto de museo nacional en México.

"Busco primero las incurrencias que puedan hallarse en diversas puestas en escena que estructura la pintura mexicana entre 1877 y 1952. Propongo que dichas configuraciones responden a dos influjos discursivos, uno de historia narrativa y el otro formalista", expresó.

El historiador agregó que "la intención es señalar tres instantes en que la práctica en el museo se revisa y se transforma".

Con la proyección de imágenes sobre piezas de exposiciones de aquellos años, refirió que también se observaba un ejercicio de la historia, pues había un esquema museográfico a partir de conjuntos mayores desde la similitud entre los objetos, que operan estabilizando sus significados.

Y a su vez, abundó Molina Posadas, se pretende una explicación de aquel pasado, hay otro modo de concentrar y exhibir objetos en un museo y es una narrativa porque cuenta una historia.

Esto es lo que se vio en la exposición sobre el arte antiguo de México entre 1950 y 1953, primero ocurre una separación de los objetos de su contexto histórico específico, para proponerlos como parte de un absoluto de arte atemporal y universal.

"Luego y haciendo caso omiso de sus particularidades históricas se integra a la muestra completa en una narrativa tripartita específica. Así todas las partes refieren a un nuevo texto", señaló el historiador.

Apuntó que la característica esencial del tipo de conocimiento que un museo produce, existe solo en un acto que puede borrar la aparente heterogeneidad de los objetos que alojan y volverse una unidad coherente desde los enunciados que sus museógrafos articulan a partir del conjunto de la obra.

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