Jan Fabre llevará “El poder de la locura teatral” al Cervantino

23 de Octubre de 2014
Guardar
Guanajuato, 23 Oct (Notimex).- El multidisciplinario artista , dramaturgo, director, coreógrafo y diseñador belga Jan Fabre, quien destaca por sus trabajos de performance en los que ha quemado dinero y trazado dibujos con su propia sangre, presentará su obra “El poder de la locura teatral”, el 24 y 25 del presente mes en el 42 Festival Internacional Cervantino (FIC).

La presentación, que se llevará a cabo en el Teatro Principal, es una adaptación de una producción, creada en 1984, la cual combina teatro, danza y multimedia, aseguró Fabre en conferencia de prensa.

Hace dos años, recordó el controversial coreógrafo, retomó esta pieza que originalmente tenía una duración de 24 horas y que destaca la importancia histórica de los mitos, que en su opinión son más auténticos que la realidad.

El también guionista y artista visual, dijo que la obra es un diálogo que retoma elementos de la pintura clásica y de la problemática del cuerpo humano a partir de una historia del autor danés Hans Christian Andersen (1805-1875) que se titula “El traje nuevo del emperador”, misma que le permitió investigar sobre la búsqueda entre lo real y lo falso.

“Lo que ha cambiado de esa obra de 1984 es el tiempo, ahora son cuatro horas y 20 minutos, así como es el reparto, porque los actores y bailarines son más jóvenes.

“Otra diferencia es que en Europa hace 30 años, esta propuesta fue odiada y fue un escándalo, pero desde hace dos años que la ha venido presentando, ha tenido muy buena aceptación”, afirmó.

Además, a nivel personal “ahora tengo esa experiencia de hablar con artistas más jóvenes, hoy tenemos más contacto con la tecnología como los teléfonos celulares y computadoras, entonces esta pieza justamente es lo opuesto a estos nuevos medios, porque es una obra que habla del tiempo”, explicó.

Asimismo, mencionó que en el espectáculo se mezclan hitos de la historia del arte como la pintura de Miguel Ángel (1475-1564), y extractos de óperas de Richard Wagner (1813-1883) en una desenfrenada serie de análisis escénicos en torno a la naturaleza humana.

“Efectivamente en la pieza hay un diálogo entre las pinturas clásicas, que recuerdan las artes escénicas a través de figuras míticas y todo mi trabajo está basado en la matriz griega o cultura griega”, concluyó Jan Fabre.

Archivado en