México, 24 Oct (Notimex).- “Entrecruzamientos”, de Luisa Valenzuela, establece todas las sincronías, convergencias, y entrecruzamientos en las trayectorias, literarias y de vida, de dos grandes de las letras de todos los tiempos: Julio Cortázar y Carlos Fuentes.
En este ensayo, Luisa Valenzuela explora sendas ignotas hasta ahora para la crítica y la historiografía literarias. Lo hace en un tono íntimo y apasionado, con pleno conocimiento de causa, pues ella fue interlocutora privilegiada y gran amiga de Fuentes y de Cortázar.
Pero es, ante todo, una gran lectora, dueña de una perceptiva inteligencia. Por eso la obra es no sólo fuente de hallazgos valiosos para quien se dedica a los estudios literarios, sino un relato de anécdotas, momentos y sentimientos que apreciará todo tipo de los lectores.
En “Entrecruzamientos”, aparecido en el mercado en agosto de este 2014, acerca a través de sus 264 páginas a Julio Cortázar y Carlos Fuentes, un argentino y un mexicano. Norte y sur de América Latina, dos extremos que al entrecruzarse se tocan por momentos y se abrazan.
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“Melocotón loco”, de Megan Maxwell, una novela romántica, auténtica, muy divertida, contemporánea y entretenida donde “Ana” y “Nekane” dirigen un estudio de fotografía en Madrid. Un día se incendia su edificio y enseguida suceden acontecimientos realmente locos.
Aunque están acostumbradas a trabajar con modelos de lo más glamuroso, las dos chicas no pueden dejar de sorprenderse ante aquellos valerosos “machomanes” vestidos con la ropa de bombero que no se preocupan por su pelo encrespado ni sus manos bien sucias.
Cuando el objetivo de la cámara de “Ana” se centra en “Rodrigo”, su corazón le indica que ya nada volverá a ser igual. Él se da cuenta de la forma embobada en que lo está mirando y, a pesar de que no le gusta, inician una extraña, pero deliciosa, amistad.
Todo se complica cuando “Ana” descubre que está embarazada y “Nekane” la anima a que cumpla su fantasía sexual con el bombero antes de que la barriga, las estrías y los vómitos matinales se manifiesten y lo espanten. Mas una mentira de la primera estropea todo.
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“Kentucky Club”, de Benjamín Alire Sáenz, reunión de relatos galardonada en 2013 con el Premio Pen/Faulkner de Ficción, revela cómo las fronteras (reales, imaginadas, sexuales, línea entre la luz y la oscuridad) rigen por completo la vida de quien vive atado a ellas.
El autor piensa, por ejemplo, en el Kentucky Club en avenida Juárez, a dos cuadras de Río Grande. Sus personajes desfilan por ahí, van por un trago o simplemente a ver pasar la historia de sus vidas. El sitio es como otros puntos de encuentro en todas las ciudades.
Es todo lo contrario a la frontera: Da la bienvenida al español y al inglés, a los gringos y a los mexicanos, a los pobres y a los ricos, a los homosexuales y a los heterosexuales, así como a los drogadictos y a los alcohólicos… pero también, al deleite y a la melancolía.
Con su reputación de escritor de ficción, poesía y literatura infantil, el autor logró una antología de breves narraciones extraordinaria. Tal como en estas historias, su literatura cruza tierras y fronteras en la psique colectiva. Hoy, es uno de los 50 escritores más inspiradores del mundo.
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“Como sombras y sueños”, de Luis Zapata. En esta entrega, nuevamente, inesperada pero siempre temida, llega la depresión a la vida de “Orlando Barreto”. Las primeras semanas, o días, sólo se manifiestan por medio de un ligero cansancio que no llega a ser alarmante.
“Orlando Barreto” tiene más ganas de dormir y busca la cama para hacer pequeñas y reparadoras siestas. Se dice que está recuperándose de la anterior temporada en que anduvo activo, entusiasta, acaso eufórico.
“Así es esto de la energía”, se dice; es normal.
Pero la verdad es que el sueño a veces se vuelve inoportuno, y “Orlando Barreto” cabecea incluso cuando se sienta a la mesa para comer. Luego, la necesidad de sueño aumenta y ya no son suficientes las pequeñas siestas y los cabeceos: duerme mañana, tarde y noche.
Aún piensa que está reponiéndose y que pronto pasará esa etapa. Pero no pasa, y viene entonces el desaliento, las preguntas sobre el sentido de su vida, todas esas preguntas que no tienen respuesta, o sólo una respuesta que “Orlando” no quiere oír, ¿o sí?
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“Medidas extremas”, de Norma Lazo, refiere al lector que para los personajes que habitan los cuentos de esta nueva entrega no existen términos medios. Todos enfrentan momentos determinantes en los que toman decisiones que seguro los ponen en un punto sin retorno.
Nada volverá a ser igual para un hombre espiritual, convencido de que su misión en el mundo es terminar con los infieles. Tampoco para un par de amigos signados por la traición, ni para una pareja tan compenetrada que está a punto de morir por la asfixia.
El libro registra instantes irreversibles donde la vida deja de preverse, como cuando una mujer fantasmal adquiere tal relevancia que provoca inquietud por donde pasa, o el académico que da un giro a su vida, o el profesor de matemáticas ante un mundo ajeno a la lógica.