Dedicó Roa Bastos últimos años de su vida a apoyar a los jóvenes

25 de Abril de 2013
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México, 25 Abr. (Notimex).- Augusto Roa Bastos, quien mañana cumple ocho años de muerto, es uno de los narradores latinoamericanos de mayor relevancia internacional, como lo muestra el hecho de que fuera incluido en el libro electrónico "Voces para un Cervantes", que fue obsequiado esta semana por un diario español.

El material reúne 37 entrevistas realizadas por el rotativo a quienes han sido merecedores del Premio Cervantes, uno de los más prestigiados de las letras en español, entre cuyos nombres figuran el de Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Rafael Alberti, todos ellos miembros de la Generación del 27.

Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, Alejo Carpentier, Octavio Paz, Ernesto Sábato, Carlos Fuentes, Adolfo Bioy Casares, Guillermo Cabrera Infante, Dulce María Loynaz, Juan Gelman, Mario Vargas Llosa, José Emilio Pacheco, Gonzalo Rojas, Álvaro Mutis, Sergio Pitol, Nicanor Parra, Jorge Edwards y Augusto Roa Bastos, entre otros.

Roa, quien nació en Asunción, Paraguay, el 13 de junio de 1917, fue premiado en 1989, habiendo ya escrito obras que lo consagraron como "Yo, el supremo", "Hijo de hombre" o "El fiscal", además de cuentos y poesía.

De acuerdo con sus biógrafos, el autor vivió su infancia en Iturbe, donde escribió su primera obra teatral a los 13 años.

El sitio "Biografías y vidas" refiere que en 1932 se escapó de su casa para alistarse en el ejército durante la guerra del Chaco.

Esos años, durante los cuales permaneció en la retaguardia, fueron cruciales al proporcionarle anécdotas y vivencias que alimentarían su literatura.

Para 1936 ya en Asunción trabajó como periodista e inició lo que más adelante se llamará la renovación poética paraguaya de la década de 1940.

A invitación del Consejo Británico viajó a Londres, donde se estableció como corresponsal para su periódico y también en la BBC de Londres, donde fue el primer locutor paraguayo.

Poco después de regresar al país, fue forzado al exilio tras la Revolución de 1947, cuando se ordenó su arresto, hecho que lo obligaría a vivir en el exterior por más de 40 años, 30 de los cuales pasa en Buenos Aires, donde escribió lo mejor de su obra.

Su primera novela premiada sería "Hijo de hombre", seguida por "Yo, el supremo", que se considera introdujo un nuevo estilo en la novelística, "apartándose de los modelos conocidos hasta entonces".

Películas basadas en sus obras, son llevadas al cine, sobre sus propios guiones, con éxito y premios en festivales internacionales.

Cabe destacar que aún en otros países, su obra siempre tiene como escenario a Paraguay, y como tema fundamental la denuncia de los abusos del poder, el deseo de lograr la educación para todos y una justicia social, temática que vuelve a causarle problemas durante la dictadura militar en argentina, que lo obliga a salir exiliado nuevamente, esta vez en Toulouse, Francia.

Allí escribe entre otros trabajos, "Vigilia del Almirante", "Madama Sui", "El fiscal" y "Contravida".

Convencido de que el mundo ha cambiado de velocidad, decide extraer de sus obras, reflexiones, pequeños núcleos de pensamiento, que son llamadas metaforismos.

En 1982, realiza una visita al Paraguay, pero nuevamente es obligado a abandonar el país, esta vez, expulsado por el régimen de Stroessner, y convertido en apátrida al ser privado de sus documentos aunque tanto Francia como España le ofrecen la nacionalidad sin condiciones.

En el año 1996 regresa a Paraguay para quedarse definitivamente y estar cerca de los jóvenes, a quienes apoya de todas formas posibles, asistiendo a sus foros, recibiendo en su casa, gestionando programas de educación.

Cuentan sus biógrafos que dedicó sus últimos años a estar presente, no como un monstruo sagrado de la literatura, sino como un hombre humano, modesto y sencillo.

Entre los premios y distinciones que recibió destacan el Cervantes, pero también el de Derechos Humanos, Premio Nacional de Literatura, Condecoraciones en Chile, Argentina, Paraguay, Cuba, y Francia.

Murió en Asunción, el 26 de abril de 2005, pero se quedó para siempre en el corazón de los que alguna forma fueron tocados por su pluma o su palabra, añade una biografía difundida por el "Portal Guaraní".