Kuno Becker, un vagabundo esquizofrénico en obra de Woody Allen

10 de Septiembre de 2014
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KUNO BECKER. NOTIMEX
KUNO BECKER. NOTIMEX
México, 10 Sep. (Notimex).- Durante varios días, Kuno Becker ha observado el comportamiento de los vagabundos para desarrollar su personaje en “A la orilla del río” (Riverside Drive), obra de Woody Allen, que se estrenará el 19 de septiembre en el Teatro San Jerónimo.

Al hacer esto, conjugado con la psicología de “Felipe”, su papel, el actor ha comprendido mejor la posición de los mendigos de la calle.

“No ha sido sencillo encontrarlo, pero lo he logrado con el apoyo del director Salvador Garcini. A este vagabundo no lo juzgo, como tampoco lo hago con los demás que existen, más bien, trato de verlos desde una perspectiva distinta y concluyo que tal vez los locos somos nosotros y no ellos”, comentó a Notimex.

Kuno Becker considera que los indigentes viven en el desprendimiento, sin el deseo de tener o ser.

“Mientras que nosotros, las personas supuestamente normales, en realidad estamos locos, quizá ellos son los únicos iluminados”, subrayó Becker.

Justamente de esa idea partió para interpretarlo al lado de Marimar Vega y Erick Elías, bajo la producción de Daniel Gómez Casanova (“Pájaro negro”; “El cartero”; “Aeroplanos”).

“A la orilla del río” expone la conversación entre “Julio”, un escritor, y “Felipe”, un mendigo, quien acabará sonsacándole al primero sus aventuras extramaritales con “Bárbara”.

“’Julio’ espera a su amante para hablar con ella, y mientras eso sucede, yo llego a meterlo en conflicto porque sé muchas cosas de su vida y lo acuso, principalmente, del problema que tiene con su amante y su esposa.

“Además, le reclamo que me haya robado la idea de unos guiones y pongo en tela de juicio su mérito como escritor”, adelantó Kuno.

“Felipe”, evaluó el actor, “está mugroso por fuera, pero quizá los demás están más mugrosos por dentro. Un texto de Woody Allen siempre es ideal para volver al teatro y en general, para cualquier circunstancia en la vida de un actor, simplemente porque él es un genio”, añadió.

Además, abundar en las enfermedades mentales le significa un reto, porque tiene que explorar matices de carisma en el personaje que, opina, aunque está bien escrito, es muy complejo para llevarlo a escena y su proceder tiene muchas lecturas.

“Me emociona mucho darle vida a un esquizofrénico, a un perseguido, psicópata, sociópata, maniático depresivo y bipolar”, puntualizó.

“A la orilla del río”, cuyo tema es la infidelidad, es la primera de un conjunto de tres obras que el productor también montará. Se completa con “Old Saybrook” y “Central Park West”, que Woody Allen presentó en 2003.

Con temporada corta, se estrenará el 19 de septiembre en el Teatro San Jerónimo con funciones de viernes a domingo.

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