Sindicalistas argentinos llaman a huelga nacional por aumento salarial

21 de Agosto de 2014
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Buenos Aires, 21 Ago (Notimex).- La opositora Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina convocó hoy a una huelga nacional que será realizada el próximo 28 de agosto, en demanda de alzas salariales y eliminación de impuestos a los trabajadores.

Hugo Moyano, dirigente de la CGT, afirmó que la movilización se debe a que “la gente está cansada, agobiada y con bronca porque el gobierno le está sacando parte de su salario” con un polémico tributo que se llama “impuesto a las ganancias”.

Agregó que después del paro nacional, que incluirá una movilización masiva a Plaza de Mayo, decidirán otras protestas, ya que apenas inicia un plan de lucha en medio de la ola de despidos y la crisis económica que se cierne sobre el país.

Moyano representa a la CGT, opositora a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ya que la central sindical está dividida en dos grandes grupos, uno de los cuales sí es afín al gobierno y respalda sus políticas laborales.

El secretario de Derechos Humanos de la CGT que convocó la huelga, Julio Piumato, explicó a Notimex que una de las propuestas que debatirán los dirigentes sindicales es la de convocar a una nueva movilización en septiembre próxima, pero más larga.

Precisó que elaborarán un pliego petitorio para exigir la eliminación del impuesto a las ganancias, medidas para frenar la inflación y reactivar la economía, así como el cese de despidos y suspensiones que se están replicando a lo largo del país.

“Si los paros de 24 horas no funcionan vamos a tener que organizar paros de 48 y 72 horas. De alguna manera el gobierno nos tiene que dar una respuesta, porque hasta ahora nos ha ignorado”, advirtió.

Argentina ya padeció el pasado 10 de abril pasado una huelga nacional de 24 horas que paralizó parcialmente las actividades del país, sobre todo gracias a que Moyano dirige el sindicato camionero, con lo que le basta para evitar la circulación de mercancías.

En ese momento la CGT calificó el paro como un éxito, ya que se adhirieron millones de trabajadores, pero el gobierno denunció que no fue una medida generalizada y que respondió más a intereses opositores que a verdaderas demandas laborales.

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