Merma asistencia de caraqueños a playas del litoral venezolano

28 de Agosto de 2014
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Caracas, 28 Ago (Notimex).- La inflación, la inseguridad y el incremento en el precio del pasaje, contribuyeron a mermar drásticamente el número de vacacionistas que los fines de semana visitan las playas del litoral central en el Estado Vargas.

“Hemos perdido muchos clientes, los productos están muy costosos y no se puede ofrecer un servicio de comida barato porque todo subió más del cien por ciento”, dijo a Notimex Gregorio Palacios, propietario de un pequeño restaurante en el balneario de Catia La Mar.

Palacios destacó que las playas lucen solas no sólo por el alto costo de la vida, sino porque además la gente no ha olvidado la tragedia ocurrida en Vargas a fines de 1999 y cuando hay asomo de lluvia, los caraqueños no se acercan a La Guaira.

El estado Vargas fue prácticamente devastado por efectos de un gran deslave, el cual arrasó con vehículos, edificaciones, hoteles y causó la muerte a más de cinco mil personas, numerosos heridos y tres mil desaparecidos, cuyos cadáveres jamás fueron encontrados.

Explica Palacios que al principio los restaurantes estuvieron a punto de quebrar porque los visitantes dejaron de comer pescados y otros productos del mar, eso pasó, pero hoy lo comen los que pueden pagar sus altos precios, porque en realidad subió mucho.

Reconoció que últimamente los robos de vehículos son frecuentes, motivo por el cual muchas personas se eximen de disfrutar de un día de playa, porque los balnearios carecen de estacionamientos seguros para guardar el automóvil, hay que aparcarlos en la calle.

Aura Chacón, quien se encontraba bañando con sus tres hijos en un sector de Chirimena, dijo que tuvo que hacer un sacrificio para traerlos a la playa, pues les ofreció para vacaciones ese regalo, “pero me traje la comida hecha en casa, aquí todo es caro”.

Marina Prado, otra dueña de un kiosco que expende comida, dijo que una sopa “rompe colchón”, cuesta 150 bolívares y una rueda de mero a la plancha 300 bolívares. “Esos son los precios, si no los quieren aceptar, que beban agua y traguen bastante sol”, dijo desafiante.

José Itriago, un guaireño que alquila sillas y toldos en Chirimena, señaló que la mayoría de los baños y sanitarios de la playa se encuentran sucios y que las personas, en su mayoría damas, rehúsan utilizarlos, lo que resulta una incomodidad para ellas.

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