La anarquía y el caos dominan el tránsito en calles de Caracas

02 de Octubre de 2014
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Caracas, 2 Oct (Notimex).- El incumplimiento de las normas de tránsito se ha convertido en una calamidad para los transeúntes de esta capital y ni siquiera los funcionarios policiales parecieran conocer la ley, constató Notimex.

El surgimiento de las motocicletas como alternativa económica a la compra de automóviles ha derivado en decenas de miles de estos vehículos estacionados en las calles y banquetas, ya que el urbanismo nunca tomó en cuenta la masificación de las primeras.

De igual manera, los motociclistas en la mayoría de los casos parecen inconscientes de las normas de tránsito de vehículos y circulan "zigzagueando" en las calles y autopistas, una práctica vetada por las normas, que además pone en peligro sus propias vidas.

Los motociclistas se defienden señalando que ellos son generalmente estigmatizados. "Hay gente, especialmente los sifrinos (gente fresa), que nos llama malandros y eso es mentira, nosotros somos gente decente", afirma Wilfred Gutiérrez, un mototaxista del centro.

El transporte público en muchos casos en vez de ser parte de la solución es parte del problema, con autobuses que rondan los 30 años de antigüedad y que en muchos casos circulan lentamente dejando detrás una estela de humo negro.

"Nosotros hacemos lo que podemos con lo que tenemos", se defendió Alfredo González, miembro de una cooperativa de transporte. "Pero nadie nos da créditos para comprar unidades y no nos dejan subir los precios, así que no tenemos dinero propio", apuntó.

En ocasiones pareciera que ni siquiera aquellos llamados a aplicar la ley son conscientes de las normas de tránsito, por lo que tampoco es extraño ver a policías u otros miembros de "la ley" incumplir los reglamentos.

En una ocasión Notimex pudo atestiguar como un integrante del Ejército ponía una calcomanía de castigo a un vehículo policial por estacionarse en la entrada del Ministerio de Interior, Justicia y Paz, en el centro de Caracas.

El soldado en cuestión se negó a emitir declaraciones, pero el castigo fue por haber obstruido la entrada del Ministerio, en una de las zonas donde el tráfico vehicular es más lento y caótico de la capital venezolana.

Sin embargo, el caos también es inducido por los propios transeúntes que violan las normas de tránsito por el apuro de llegar a su destino y además ponen en peligro su integridad física al cruzar las calles en contra de lo indicado por los semáforos.

"Uno por apuro muchas veces termina pasando la calle así la luz esté en rojo. Normalmente es aprovechando cuando el tráfico está trancado (detenido) y los carros no se mueven, no se debería hacer, pero uno pierde mucho tiempo esperando", admitió un transeúnte.

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