Hohenschönhausen, cárcel en Berlín donde sufrieron miles de disidentes

23 de Octubre de 2014
Guardar
Berlín, 23 Oct (Notimex).– A unos días de cumplirse 25 años de la caída del Muro de Berlín, miles de turistas llegan a esta ciudad para visitar los monumentos más emblemáticos de la historia reciente que terminó con la caída del comunismo, entre ellos Hohenschönhause.

Hohenschönhausen es la cárcel de Berlín, un emplazamiento clave para los 44 años de persecución política en la zona de ocupación soviética y en la República Democrática de Alemania (RDA), uno de los lugares que más interés despierta en la actualidad entre los visitantes.

Este presidio, que fue un campo en el que recluían antiguos nazis, pasó a depender a principios de la década de lo años 50 del Ministerio para la Seguridad del Estado (Stasi), que la utilizó como cárcel preventiva hasta 1990.

La Stasi era la policía secreta del partido oficial de la República Democrática Alemana, que contaba con 91 mil empleados oficiales y 180 mil colaboradores no oficiales que se encargaban de vigilar a los ciudadanos en todo el territorio de la RDA.

Quien no comulgaba con las ideas oficiales o intentaba huir, era encarcelado en una de las 17 prisiones preventivas del Ministerio para la Seguridad del Estado. Todas estas cárceles se dirigían desde la cárcel central de Berlín-Hohenschönhausen.

Esta prisión tenía una zona prohibida y desconocida para los ciudadanos a la que solo podían acceder los trabajadores del Ministerio. Además de las áreas en las que se ubicaban las celdas de los prisioneros, había decenas de salas de interrogatorio.

En la cárcel de Berlín Hohenschönhausen eran encerradas personas consideradas como hostiles al Partido Socialista Unificado de Alemania (SED), es decir, aquellos que habían intentado huir o salir del país o quienes eran perseguidos por sus opiniones políticas, en su mayoría disidentes e intelectuales que se mostraban contrarios al régimen.

Los prisioneros eran sometidos a largos interrogatorios y también se les aplicaban técnicas psicológicas para desmoralizarlos. Además del maltrato físico, los oficiales usaban el maltrato psicológico.

En este sentido, los detenidos no sabían ni dónde se encontraban encarcelados.

El objetivo de la Stasi era siempre el mismo: que los detenidos confesaran o realizaran declaraciones incriminatorias y para ello aplicaban interrogatorios a un mismo prisionero durante meses.

La cárcel de Hohenschönhausen disponía de celdas también en el sótano. Eran lugares sin ventanas, similares a un búnker. Esta zona era conocida como el “U-Boot” (el submarino) y estaba integrada por estancias frías y húmedas, contaban solo con una cama de madera y un cubo.

Los prisioneros estaban bajo vigilancia continua que contemplaba un control cada tres minutos, eran obligados a estar de pie durante horas, se les privaba del sueño e, incluso, eran forzados a permanecer durante días en celdas con agua cubriendo el suelo.

Luego que el 9 de noviembre de 1989 cayó el muro de Berlín y Alemania fue reunificada en un solo país, en octubre de 1990 fue cerrada la cárcel berlinesa de Hohenschönhausen.

Los prisioneros que estuvieron allí detenidos impulsaron la creación de un lugar conmemorativo en el edificio.

Más de 250 mil personas visitan cada año la prisión de Hohenschönhausen, la mayoría estudiantes que acuden con sus colegios a través de visitas organizadas.

Archivado en