Escenifican crucifixión de Jesús ante católicos de San Juan del Río

18 de Abril de 2014
Guardar
20140418-230723.jpg
20140418-230723.jpg
Marisol Barbosa
SanJuan del Río, 18 Abr 14.- Poco más de 30 mil personas se congregaron alrededor de los templos católicos, en San Juan del Río, para conmemorar el Viernes Santo y en algunas comunidades atestiguar la escenificación de la crucifixión de Jesucristo.

Fue en localidad de La Valla donde mayor número de personas acudieron a las actividades religiosas con poco más de 15 mil participantes.

Cabe señalar que en años anteriores Cazadero contaba con el mayor número de asistentes; sin embargo, en los últimos dos años la puesta en escena se suspendió.

El argumento de los organizadores es que la ciudadanía muestra poca participación, pero la realidad es que hace tres años se presentó un incidente en donde la persona que representaba a Jesús, sufrió un percance luego de caer de la Cruz.

El Viernes Santo es para muchos fieles católicos un día de reflexión pues en una fecha como hoy el Hijo de Dios sacrificó su vida para limpiar a la humanidad del pecado original.

Para poder participar en las escenificaciones, es necesario ser originario de San Juan del Río y ser de reconocida calidad moral.

Esta noche se desarrolla la conocida Procesión del Silencio en las calles del centro de la ciudad, en tanto que en el templo de Nuestra Señora de Guadalupe, se venera al Santo Entierro.

Este es un acto de profunda seriedad, pero alumbrado por la Gloria del madero en el que estuvo clavada la salvación del mundo.

La sencilla cruz de madera, sin la imagen del crucificado, que cruza la Iglesia hasta el altar para allí ser adorada: el trofeo de la Pasión ante el que los fieles deben hacer una genuflexión siempre que pasen ante él, hasta que comience la Vigilia Pascual.

“Tarde de misterio en que se toca lo más profundo del acto redentor: Jesucristo es el paradigma, el relato de la historia de Dios-con-nosotros y de nosotros-con-Dios. El Hijo de Dios no ha venido para quitar el sufrimiento, sino más bien para sufrir con nosotros. No ha venido para suprimir la cruz, sino para extender sus brazos en ella. El Hijo está en medio de nuestro pecado”, detalló el padre Javier Bocanegra.

El Padre se compadece del Hijo y lo resucita. En la resurrección del Hijo, el Padre recobra al Verbo y todo lo que el Verbo abraza y significa. El Padre reconoce a su Hijo entre nosotros y en nosotros. Este es, desde luego, un gran misterio que nos hace estremecer.

Archivado en