Buscan mamás transmitir valores a sus hijos en su tarea de educar

09 de Mayo de 2013
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Guadalajara, 9 May. (Notimex).- Minerva, Marisela, Célida, Claudia, Mirtha y Esthela son algunas de las miles de mamás actuales que combinan el trabajo con ser madres y coinciden en la meta de educar a los hijos con valores, hacerlos responsables e independientes.

Estas mujeres hacen lo posible para equilibrar su vida laboral con la educación de sus hijos, en donde el amor se convierte en el ingrediente primordial para ofrecer una crianza que en el futuro les gratifique con un ser bien formado.

En entrevista con Notimex, este grupo de mamás admitió que el amor incondicional hacia sus hijos las hace tambalear en muchas ocasiones en su tarea educadora, ya que acuden a la sobreprotección, dejan de lado el objetivo trazado de criar seres independientes a nivel personal y económico.

Minerva aseguró que una parte primordial en la formación de sus hijos es la actividad deportiva, la cual le ha dado resultados maravillosos porque su hija Erika es una gran competidora en natación, mientras su hijo Manuel consigue premios en las artes marciales.

Añadió que el deporte es parte fundamental para la salud física y mental desde la niñez, por lo que se dio a la tarea de acercar a sus hijos a diferentes disciplinas hasta que encontraron la que mejor les agradaba.

Por su parte, Marisela consideró fundamental inculcar a sus tres hijos el amor por el estudio y siempre está con ellos en el momento de las tareas, los recompensa cuando obtienen buenas calificaciones o les impone castigos cuando sucede lo contrario.

Para Célida las reglas en casa son primordiales para la educación de sus dos hijos con el fin de que tengan un buen desempeño en la vida en sociedad; su hija canta, trabaja y estudia, en tanto que el varón está entre los mejores estudiantes.

Claudia busca sembrar en sus dos hijos el agradecimiento y para ello les fomenta el trabajo como parte de la cuestión formativa, logrando que su hija de 18 años actualmente trabaje y parte de sus ganancias las aporte al hogar.

"María José toma clases de francés, va cuatro veces al mes, y yo pago tres y ella una, además, ella es la encargada de los gastos cuando quiere cambiar cortinas o cualquier cosa de su recámara, incluso se paga el celular", destacó.

Mirtha y Esthela cobijan a sus hijos con muchas palabras amorosas y detalles porque consideran que un niño amado es un adulto feliz, entonces coinciden en que la mejor manera de formar un ser humano es ofreciéndoles al máximo el amor maternal.

Cada una de estas mujeres tiene claro que la tarea de educar no es fácil pero se entregan con mucho amor y paciencia, con el firme propósito de lograr que a futuro sus hijos sean personas de bien y sigan la tradición de ser padres amorosos y formadores.

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