Científicos estudian funcionamiento de reloj humano

27 de Agosto de 2014
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CIENTIFICOS.
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México, 27 Ago. (Notimex).- Científicos del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizan una investigación para entender cómo funcionan los llamados genes reloj en el cuerpo humano, cuya existencia se reportó por primera vez en 1997.

El investigador, Raúl Aguilar Roblero, señaló que dichos genes, de los cuales existen varias familias, determinan el momento en el que actuarán ciertas hormonas en el cuerpo para activar las funciones metabólicas.

“Por ejemplo, todas las mañanas una hormona, el cortisol, eleva sus niveles para que la persona pueda levantarse, pero cuando se cambia el horario, esto es, cuando se adelanta o se atrasa el reloj terrestre, el cuerpo sigue liberando a la misma hora la hormona por lo que le es más difícil levantarse”, apuntó.

El experto expuso que en un principio él y su equipo de colaboradores pensaron que estos relojes se encontraban en una zona del cerebro, pero después comprobaron que se hallan en todas las células.

Subrayó que los genes reloj forman parte del engrane genético que hace que se consuma más azúcar, que las células se reproduzcan ordenadamente cada día y controlen el desarrollo del sistema nervioso.

Por ello, esta investigación busca entender los ritmos circadianos en los mamíferos, como un modelo para comprender sus significados en la regulación fisiológica, destacó la Academia Mexicana de las Ciencias (AMC) en un comunicado.

Aguilar Roblero explicó que hay animales que tienen días de 23 horas, mientras que el humano días de 25 horas. A estos ritmos biológicos cercanos a 24 horas terrestres también se les conocen como “cicardianos” y se comenzaron a estudiar en la primera mitad del siglo 20, y aunque dichos ritmos no son esenciales para la vida, sí lo son para la salud, destacó.

Una prueba de ello, abundó, es que las personas con horarios rotatorios, es decir que trabajan en la noche o bien viajan mucho, son más propensos a ciertas enfermedades.

Una noche sin dormir nos hace más propensos a una infección y también comer en horarios irregulares, añadió.

El desfase de los ritmos biológicos se ha dado porque las sociedades han adquirido malos hábitos, como estar expuestos a la luz eléctrica antes y después de que salga el Sol, o bien, comer cuando se puede, finalizó.

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