Tijuana, 20 Oct (Notimex).- Claudia Urías, una comunicadora dedicada a las relaciones públicas estaba en plenitud de vida cuando a sus 34 años le extirparon el seno izquierdo; para recuperarse requirió de una actitud inquebrantable y firme.
En una charla con Notimex, “Barbie Urías”, como se hace llamar en las redes sociales, relata paso a paso su experiencia en este trance, y resalta que para vencer al cáncer de mama, “80 por ciento es la actitud y el otro 20 por ciento son los químicos”.
Aunque al platicar su rostro luce radiante, los recuerdos recientes, apenas hace tres años, le vienen a la mente: fue un proceso difícil, en el que por momentos pareció desmayar, pero logró sobreponerse.
Urías no vaciló en conceder la entrevista a Notimex, al contrario, para ella esta es una oportunidad de decirle a quienes pasan por ese trance, “que no desmayen, que no se den por vencidas y que se mantengan hasta el fin del tratamiento”.
Pero el mensaje es también para las mujeres que no tienen diagnóstico, para que estén atentas, “no les quita más de un minuto y medio hacer la revisión de sus senos. Ese minuto y medio significa evitar radiaciones, quimioterapias y mastectomías”.
Recuerda que luego de la mastectomía que se le realizó tuvo que pasar por las quimioterapias, seis en total, y luego de haber realizado las primeras cinco, ya no quería volver. Había desfallecido, estaba sin fuerzas, sin pelo y demacrada.
Relata que entonces su oncólogo le dijo que era sólo una sesión la que le faltaba, había recorrido ya la parte más difícil del camino, únicamente le faltaba el último tramo y le advirtió que de no hacerla, el cáncer podría retornar.
Convencida con el último de sus esfuerzos, acudió a esa sexta quimioterapia, la más difícil, cuando ya estaba sin cabello, sin uno de sus senos y lo peor, aparentemente sin fuerzas para continuar.
Sin embargo, recuerda que “algo muy dentro” le decía que valía la pena culminar con esa etapa, efectuar la sexta quimioterapia y “de lo demás se encargaría Dios”, con quien en un principio se decía enojada al igual que con todo el mundo.
Una vez terminada esa sexta quimioterapia, Claudia explica que retornó a su casa desde el hospital, se encontraba débil, sin fuerzas, y sin el medicamento que debía tomar para evitar los efectos secundarios de la quimio.
Le administraron otro medicamento, pero como no era el prescrito éste le produjo vómitos, lo que la mantuvo despierta desde las 8:00 de la noche que llegó a casa, hasta las 04:00 de la madrugada, hora en que pudo conciliar el sueño.
Lo peor había pasado, a partir der ese momento Claudia empezó a experimentar la sanación, a recuperar el cabello y su lozanía, aunque en su pecho ya no estaba el seno izquierdo. Sin embargo se dice resignada a vivir así el resto de su vida.
Tiempo después surgió la posibilidad de realizarle una cirugía reconstructiva, una operación que le daría la posibilidad de recuperar el seno, con piel de su estómago. Luego de hacerle un estudio socioeconómico, Claudia Urías se sometió a la cirugía.
Actualmente, Claudia, quien además de una licenciatura en Comunicación tiene una maestría, pregona la posibilidad de, primero, evitar en cáncer de mama mediante las campañas de información, y luego, hacer saber que hay esperanza de sanación y belleza.
“En este tema, 80 por ciento es actitud y el 20 por ciento restante lo hacen los químicos, hago una invitación a las mujeres a que se cuiden para no tener cáncer de mama y a quienes ya lo tienen, a que no desmayen, que sigan adelante”, finaliza Urías.